el liderazgo chino no se ha limitado a “transpolar” realidades de estos países, sino que, como mínimo, ha buscado adaptarlas a sus propias necesidades y a su peculiar realidad histórica y social.
Embajador de Cuba en China
Resumen: Resulta conocida la recurrencia china al uso de mecanismos y conceptos tradicionalmente asociados a las economías capitalistas. Sin embargo, el liderazgo chino no se ha limitado a “transpolar” realidades de estos países, sino que, como mínimo, ha buscado adaptarlas a sus propias necesidades y a su peculiar realidad histórica y social. El presente análisis intenta profundizar en ese proceso de “adaptación” –y no de “adopción -, así como contrastar las experiencias externas y las teorías políticas vigentes, con el quehacer socio-político e institucional del gigante asiático en el contexto de sus reformas, en particular, la nueva etapa iniciada en el 2012.
El trabajo ofrece pautas sobre el empeño chino de redefinir su propia modernidad en rechazo a los conocidos intentos hegemónicos occidentales, que es asumido como una dura competencia ideológica, tomando en cuenta la peculiar capacidad e intencionalidad de su liderazgo político de generar nuevas ideas y paradigmas. Se parte para ello de las innumerables dificultades que se presentan en el estudio y comprensión de los hechos, fenómenos y procesos en China o asociados a este país, un proceso plagado de desaciertos, manipulaciones ideológicas, confusiones y concepciones apolo- géticas. De ahí la necesidad del replanteo del tema desde una óptica objetiva y desprejuiciada, tomando en cuenta las peculiaridades, rasgos y fundamentos de una sociedad milenaria, unida a las especificidades de su proceso de construcción socialista.
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