El desenlace de la operación militar especial implementada por Moscú, en territorio ucraniano, puso sobre el tapete compromiso y pragmatismo de la región, actitud ésta que quedó evidenciada en las reacciones y pronunciamientos de estadistas y expertos
La complejidad internacional prevaleciente debido al conflicto en Ucrania, ha conducido al continente africano a proyectarse con mirada propia, en momentos en que todavía sigue afectando a la región los impactos de la pandemia de la COVID-19.
En este contexto, África ha subrayado con su desempeño, dentro y fuera del ámbito multilateral, la necesidad de fortalecer la paz, soberanía, cooperación y libre comercio, como elementos sustanciales, entre otros, al amparo de la Carta de las Naciones Unidas.
El desenlace de la operación militar especial implementada por Moscú, en territorio ucraniano, puso sobre el tapete compromiso y pragmatismo de la región, actitud ésta que quedó evidenciada en las reacciones y pronunciamientos de estadistas y expertos.
El escenario de la Asamblea General de la ONU puso de manifiesto ese accionar, cuando Rusia fue condenada por la irrupción militar en suelo vecino, mediante una resolución adoptada que mostró un balance africano de 28 votos a favor, 17 abstenciones, ocho ausencias y uno en contra, Eritrea, a principios de marzo.
La segunda decisión, adoptada en abril, estuvo enfocada hacia la expulsión de la federación de su membresía en el Consejo de Derechos Humanos, que tuvo como resultante africana de 24 abstenciones, 11 ausencias y nueve votos en contra.
No obstante, como parte de un proceso marcado por la complejidad de su proyección, otros hechos vinculados a la ejecutoria africana sobre el caso le asignarían especificidades de marcada atención, como resultan los siguientes.
En marzo, Senegal pidió a la Embajada de Ucrania en Dakar eliminar “inmediatamente” una publicación en la red social Facebook, en la cual se hacía un llamamiento a los ciudadanos extranjeros para luchar en la guerra de Ucrania. Las autoridades senegalesas consideraron el mensaje “ilegal” y “una flagrante violación de la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas”.[1]
A principio de marzo, el presidente de Senegal y presidente de turno de la Unión Africana, Macky Sall, pidió a su homólogo ruso un alto al fuego duradero en Ucrania. Un mes después, con el objetivo de solucionar el bloqueo de los granos con destino al mercado africano, se reunió con Vladímir Putin, en Sochi.
A mediados del citado mes, Sudáfrica intentó infructuosamente promover un proyecto de resolución en las Naciones Unidas, que pedía: el cese negociado e inmediato de las hostilidades, alentaba al diálogo político, las negociaciones, la mediación y otras vías pacífica para lograr una paz duradera.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, tuvo que esperar 10 semanas para concretar su alocución a la Unión Africana. Su intervención virtual, a finales de junio, fue boicoteada por 51 de los 55 jefes de Estado africanos, a la par que los asistentes evitaron hacer comentarios sobre la presentación de Zelensky.
A su vez, su homólogo senegalés y presidente de la UA reafirmó el compromiso de la región respecto a las normas del derecho internacional, la resolución pacífica de conflictos y la libertad de comercio[2]. A lo referido, merece apuntar que una segunda solicitud del mandatario de Kiev para dirigirse a los miembros de la organización regional africana fue rechazada.
Lo cierto es, que la reunión con Zelensky fue el camino encontrado por el liderazgo de la UA para evidenciar la postura de neutralidad de la región entre las partes en conflicto, después de que Macky Sall se reuniera con el presidente Putin.
De ese modo, se aprecia que, en el comportamiento del voto y la actitud de los africanos, se observa una tendencia por la abstención, la neutralidad y el interés de influir en la búsqueda de soluciones negociadas.
La dinámica descrita pone sobre el tapete el peso específico de las relaciones entre África y Rusia, cuyo componente histórico se remonta a la entonces URSS, con un acento significativo en el reclamo de la descolonización y apoyo político, diplomático y material a la lucha de liberación nacional en el continente, que se reevalúa con Rusia en la actualidad, con otros ingredientes no menos notorios.
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, al responder a la presión de Occidente por sus relaciones con Rusia durante la rueda de prensa conjunta con el canciller ruso Serguéi Lavrov, el 26 de julio expresó: “Que su país no puede oponerse a Rusia dado el apoyo que los rusos han prestado a los movimientos anticoloniales durante los últimos 100 años…”[3]
Lo anterior dicho no demerita los vínculos vigentes de las capitales africanas con Kiev, porque antes de iniciado el conflicto, África mantenía relaciones políticas, diplomáticas y comerciales estables con Rusia y Ucrania.
Los dos países destinan el 30% de trigo a los mercados africanos, que constituye un hecho crucial para la seguridad alimentaria de la región, lo que explica la apuesta por una posición constructiva, amparada en neutralidad y de no alineamiento por convicción o provocación.
Esta postura pudiera afianzarse, en la misma medida que el conflicto exhiba otras aristas en su propio devenir ulterior, sobre todo en las gestiones políticas y diplomáticas que su solución depare.
Varios estadistas africanos mostraron con objetividad la actitud asumida por sus gobiernos en este período de desenlace y desarrollo del conflicto en Ucrania, que deja por sentado lo esbozado.
La primera ministra de Uganda, Robinah Nabbanja, es elocuente al señalar que: “África tiene sus propios problemas que requieren la atención del gobierno… Tenemos más problemas y la abstención es el camino de la diplomacia”.[4]
Philip Mpango, vicepresidente de Tanzania, al explicar la posición de su país, en la votación, expresó: “Nos abstuvimos, porque queremos que el mundo le dé una oportunidad a la diplomacia”[5].
Más adelante, el vicepresidente Mpango observaría “que el continente africano está pasando por un «tiempo trascendental» … haciendo más negocios con el mundo oriental”. … “Estamos siendo testigos del desplazamiento de las placas tectónicas, en particular con el ascenso de China e India en el escenario económico mundial” [6].
Con ello, el estadista tanzano destaca el peso trascendental que tanto Beijing como Nueva Delhi siguen confiriendo a las relaciones con África en todos los dominios en que hoy se atestiguan, con sentido de beneficio mutuo o simplemente bajo el derrotero de la fórmula china de ganar-ganar.
Un elemento adicional que amerita mención resulta la aproximación de facto de la posición constructiva asumida Beijing, en la búsqueda de una solución negociada del conflicto, con la postura asumida en esa perspectiva por la mayoría del concierto africano, lo cual tiende a potenciar, aún más, esa lógica desde el pináculo de la Unión Africana, en primera instancia.
Al respecto, Mohamed Beavogui, primer ministro de Guinea, lo expresaba de la forma siguiente: “Las circunstancias globales cambiantes son una oportunidad para que las naciones africanas forjen un nuevo camino por sí mismas”[7].
En contraposición, Estados Unidos y la Unión Europea han mostrado contrariedad con la postura africana de evidente no alineamiento, en correspondencia con sus intereses propios como región.
Linda Thomas-Greenfield, embajadora de EEUU ante la ONU, expresó su desengaño después de la votación del 2 de marzo, con las palabras siguientes:
“Lo que saco en claro es que tenemos que hacer un esfuerzo extra para ayudar a estos países [que no votaron a favor de la resolución] a entender el impacto de la agresión de Rusia”. [8]
Académicos africanos consideraron las palabras de la Embajadora estadounidense como “paternalismo condescendiente en los oídos de África”. Pero en la práctica, el mensaje diplomático de “ayudar a entender”, encierra una velada amenaza.
Resulta evidente que para EEUU y la UE sólo es aceptable el apoyo a las resoluciones que estén dirigidas a condenar la acción militar de Rusia a Ucrania, justificar el sistema de sanciones y aislar a Moscú del contexto de las relaciones internacionales en sus variantes, económicas, políticas y diplomáticas.
Tanques pensantes expresaron sus opiniones para explicar las razones del alto abstencionismo en los países africanos en relación a las resoluciones de condena a Rusia.
Sus criterios fueron compilados por El periódico el País en su edición digital del 5 de mayo de 2022.
Al intentar generalizar las múltiples y variadas razones los estudiosos, concluyen que se trata de una combinación de fría realpolitik y sólida tradición de no alineamiento.[9]
Según el nigeriano Olayinka Ajala, profesor de relaciones internacionales en la Leeds Beckett University (Reino Unido), el motivo de mayor peso en la neutralidad de tantos países (africanos) no es otro, que el puro interés nacional. Piensan que no es momento de cerrarse puertas, menos aún tras el impacto económico de la pandemia”.[10]
Para el académico nigeriano Rusia es, desde hace ya años, el mayor suministrador de armas a África.
Para estudiosos en la región la posición de abstención de China influyó en la postura modera de la mitad de los países africanos, entre otras razones, por la influencia que ejerce Beijín en el continente.
Tanto, Liesl Louw-Vaudran, investigadora del Institute for Security Studies como Olayinka Ajala “interpretan la equidistancia africana como una forma indirecta de protestar contra la hipocresía de Occidente y, muy en particular, de Estados Unidos”[11].
El escritor keniano Patrick Gathara al intentar al explicar por qué África evita condenar de forma explícita a Rusia, recurre al trato diferenciado a los refugiados según el color de la piel.
En este mismo orden, analistas como Paul Martial, en un artículo titulado: ÁFRICA: Guerra contra Ucrania: “Un desastre también para África” resaltan que:
“Algunos se sienten satisfechos de ver a un hombre capaz de oponerse al poderío de la Unión Europea y de EE UU. Además del trato escandaloso dado a las personas refugiadas africanas y asiáticas de Ucrania, la acogida diferenciada entre gente ucraniana y gente de otros orígenes ha evidenciado el racismo existente en Europa.
Quizás el propio presidente Zelensky, también pudo haber contribuido a avivar estos sentimientos cuando en febrero, realizó una amenazadora intervención, donde expresó: “que cualquier estudiante africano que abandone Ucrania, no será bienvenido allí, una vez que termine la guerra”.[12]
De este modo, una parte de los dirigentes africanos han reflejado los sentimientos de sus respectivas poblaciones, máxime cuando no pocos países mantienen relaciones comerciales y militares tanto con Rusia como con los países occidentales o se disponen a hacerlo”.[13]
En otro momento el analista Paul Martial apunta que:
“El hecho de que la mitad de los países del continente rechace condenar a Rusia revela cierto resentimiento con respecto a Occidente. Hay quienes incluso hablan de revancha contra la OTAN por haber atacado Libia para derrocar a Gadafi, quien gozaba de una popularidad que por usurpada que fuera, no era menos real”[14].
Sin dudas, múltiples y variadas razones pudieron influir en el abstencionismo africano, de una u otra manera, en uno u otro país, con mayor o menor intensidad en uno u otros temas.
Las giras por Africa entre julio y agosto del Canciller ruso, Sergei Lavrov[15], el presidente francés, Emmanuel Macron[16], Michael Hammer, el enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de Africa[17], y la Embajadora estadounidense ante las ONU, Thomas- Greenfield[18], demuestra el interés de estas potencias por reforzar su influencia político-diplomático, económico y comercial en el continente africano lo que asemeja a un nuevo frente de lucha por conseguir aliados para sus intereses geopolíticos.
Este interés de las principales potencias pudiera ser aprovechado por el liderazgo africano, para en el actual contexto internacional de guerra fría, asumir una posición de neutralismo positivo, más activo, consciente y sujeta a evolución. El escenario más probable para el regreso de África al multilateralismo pudiera ser dentro del Movimiento No Alineado.
Así parece manifestar la canciller de Sudáfrica, Naledi Pandor, cuando al responder a las críticas de Antony Blinken a la invasión rusa de Ucrania, destacó:
“Creemos que todos los principios relacionados con la Carta de la Naciones Unidas y el derecho internacional humanitario deben ser ratificado para todos los países, no solo para algunos. Así como el pueblo de Ucrania merece su territorio y su libertad, el pueblo de Palestina merece su territorio y su libertad”[19].
[1] Ver Unión africana y Zelensky hablan de “diálogo” como solución a la guerra. En DW, Actualidad política 11.04.2022
[2] Tomado de https://lejournaldelafrique.com/es/presidentes-africanos-enfurru%C3%B1ados-volodymyr-zelensky/
[4] https://noticiasdelmundo.news/lideres-africanos-revelan-posicion-sobre-ucrania.
[5] https://noticiasdelmundo.news/lideres-africanos-revelan-posicion-sobre-ucrania/
[6] https://noticiasdelmundo.news/lideres-africanos-revelan-posicion-sobre-ucrania/
[7] https://noticiasdelmundo.news/lideres-africanos-revelan-posicion-sobre-ucrania/
[8] https://elpais.com/planeta-futuro/2022-05-07/africa-se-resiste-a-tomar-partido-ante-la-guerra-de-ucrania.html
[9] https://elpais.com/planeta-futuro/2022-05-07/africa-se-resiste-a-tomar-partido-ante-la-guerra-de-ucrania.html
[10] https://elpais.com/planeta-futuro/2022-05-07/africa-se-resiste-a-tomar-partido-ante-la-guerra-de-ucrania.htm
[11] https://elpais.com/planeta-futuro/2022-05-07/africa-se-resiste-a-tomar-partido-ante-la-guerra-de-ucrania.htm
[12] Tomado de https://lejournaldelafrique.com/es/presidentes-africanos-enfurru%C3%B1ados-volodymyr-zelensky/
[13] https://vientosur.info/guerra-contra-ucrania-un-desastre-tambien-para-africa/
[14] https://vientosur.info/guerra-contra-ucrania-un-desastre-tambien-para-africa/
[15] Serguei Lavrov visitó Egipto, Etiopía, Uganda y Congo}
[16] Presidente francés, Emmanuel Macron, visitó Camerún Benín y Guinea Bissau.
[17] Michael Hammer visitó Egipto y Etiopía.
[18] Thomas- Greenfield, visitó Uganda y Ghana.
[19] https://www.democracynow.org/
Tomado de https://www.cipi.cu/africa-ante-el-dilema-del-conflicto-en-ucrania-soberania-e-intereses-como-presupuestos-esenciales-de-una-actitud-asumida-por-la-region-ante-el-conflicto/
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